La dirección del PP se indigna con la “deslealtad sin límites” de Aguirre
Esperanza Aguirre es como ese caniche rabioso que intentas domesticar pero que no hay manera. Cuando el partido de las gaviotas se encuentran en una situación tensa y bastante negativa, ahí está ella con su bidón de gasolina y su cerilla para hacer un fuego y echar más leña.
A mi, (salvando las distancias, por supuesto) me recuerda un poco a Rosa Diez. Rosa Diez quería ser lideresa de su propio partido así que se desvinculó de su partido de mala manera y constituyó ese partido del logotipo rosa atrayendo a unos cuantos militantes con sus discursos oportunamente populistas. Yo creo que Esperanza quiere lo mismo. Quiere ser reina y soberana. Pero a diferencia de la Diez, Aguirre no está dispuesta a empezar de cero. Eso es mucho trabajo. Así que, en mi opinión, quiere derrocar al gobierno y ocupar el trono del partido gaviotil.
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